Dializarse a través del peritoneo y no con el método de hemodiálisis, marca una importante diferencia en niños con insuficiencia renal, pues pueden efectuar este procedimiento en casa y generalmente durante la noche, a diferencia de hacerlo en un centro de salud con varias sesiones durante la semana. Esto les permite regularizar su escolaridad y facilitar los espacios de recreación y sociabilización, importantes para su desarrollo.  

Para acceder a la diálisis peritoneal, el especialista evalúa una serie de condiciones en el paciente y su entorno, incluyendo el acceso a un espacio dentro de su vivienda, que cumpla con un correcto estándar de higiene y aislamiento, acordes a las necesidades del tratamiento. 

Por ello, dentro de la labor del área social de Corporación Renal Infantil MATER, se encuentra la habilitación de viviendas, cuyo fin es apoyar a niños que opten a este a tipo de diálisis (o a trasplante renal), cuyos hogares no cuentan con las condiciones de habitabilidad exigidas, ni sus familias con los recursos para el mejoramiento de estas. 

Los detalles marcan la diferencia

Uno caso reciente es el de Paulina Jiménez, paciente de Talca de 12 años, quien ha sido usuaria del Centro de Diagnóstico y la Casa de Acogida de Corporación MATER. Junto a su familia, se mudó a una casa propia y definitiva, pero el lugar no contaba con las terminaciones adecuadas en el piso y el baño, por lo que era necesario una adecuación.  

Este trabajo finalmente se concretó gracias a la colaboración de corporación Ven y Ayúdame y a la donación de materiales de Constructora Galilea, ambas de la séptima región. Pilar Vega, directora ejecutiva de Ven y Ayúdame, explicó que, aunque el foco de esta institución está en ayudar a niños con cáncer, les pareció importante ser parte de esta iniciativa, porque realmente le cambiaría la vida a toda una familia.

“El trato que han tenido las  dos organizaciones con nosotros, la preocupación de cada detalle, me parece realmente muy bueno. No teníamos otra forma de hacer estos cambios que nos pedían en la casa, así que esta ayuda nos llegó del cielo”, comentó Margareth, mamá de Paulina. 

Julián a casa

En el caso de Julián Martínez, quien tiene meses de vida, un síndrome congénito obligó a extraerle ambos riñones y a someterlo a diálisis, impidiéndole ser dado de alta desde su nacimiento. La esperanza de irse a casa, dependía de la construcción de una habitación para él en el terreno de su abuela, ubicado en la comuna de El Bosque, obra que se concretó junto a la fundación Hábitat para la Humanidad.  

Loreto Barriga, directora de gestión social en la institución, comentó que respondieron al llamado de Corporación MATER y se encargaron de gestionar los recursos y la presencia de voluntarios extranjeros, los cuales sumaron más de 20 personas en dos equipos de trabajo. La edificación final contempló dos cuartos, considerando el segundo para la mamá y hermana de Julián. 

“Este proceso ha sido bastante cansador, porque él ha estado hospitalizado desde que nació, por lo que la posibilidad de traerlo a casa representa una gran ilusión para nosotros y por lo mismo estoy muy contenta con esta ayuda”, comentó Diane, mamá del paciente.

María Teresa Aránguiz, trabajadora social de Corporación Renal Infantil MATER, cuenta que ambos casos fueron derivados desde los hospitales donde son tratados los niños y que siempre el trabajo en alianza con otras instituciones es fundamental para complementar recursos y lograr el éxito de cada proyecto. 

El hogar de Julián fue evaluado y autorizado por la enfermera de diálisis tratante, por lo que desde ahora cuenta con las condiciones para continuar allí su tratamiento, en familia.